domingo, 21 de mayo de 2017

#Reseña96 - El Reino del Padre Antelo, mentira y sumisión en nombre de Cristo - Marcelo di Lorenzo

Nombre:  El Reino del Padre Antelo, mentira y sumisión en nombre de Cristo.
Autor: Marcelo di Lorenzo
Año: 2016
Editorial: Fin de Siglo
ISBN: 978-9974-49-837-2
N° de páginas: 165
Género: Testimonio. Biografía. Contemporánea uruguaya. Periodístico. 
Sinopsis: «El sacerdote Adolfo Antelo impuso en su Comunidad Jerusalén un clima dantesco de golpizas, prácticas sexuales abusivas, amenazas y terror». Así rezaba el colgado de la portada de la revista Tres del 27 de enero de 1996. En la publicación se podía leer una investigación sobre los sucesos en la comunidad, con testimonios directos de las víctimas, particularmente con respecto a los hechos de violencia sucedidos desde 1990.

Pero eso era apenas la punta del iceberg. La Comunidad se había empezado a formar en 1983 como un espacio de apoyo y guía espiritual, de escucha y diálogo cordial. En la orientación que empezaba a delinear Antelo, Dios era el centro y el potencial animador. Su propuesta era cautivante. Nunca se presentó como un teórico o un místico raro. Manejaba perfectamente el lenguaje espiritual, usaba terminología teológica con acierto, conocía de psicología y poseía una gran habilidad para el manejo e interpretación de los símbolos.

En el grupo, Antelo generaba una relación de confianza y una apertura de la intimidad que dejaba a los integrantes en una situación ideal para trabajar sobre su dimensión espiritual. Esa apertura también los dejaría vulnerables a la mentira y la manipulación traicionera.

En 1985 Marcelo di Lorenzo ingresó a la Comunidad Jerusalén. Vivió en los comienzos un ambiente comunitario de confianza e idealismo cristiano, que se transformó tiempo después en un páramo de sombras y torturas.

En 2016, Marcelo di Lorenzo nos da su testimonio, para ayudar a que estas cosas no sucedan nunca más.

Página web: http://www.findesiglo.com.uy/el-reino-del-padre-antelo-mentira-y-sumision-en-nombre-de-cristo-de-marcelo-di-lorenzo/
Las acciones y los testimonios se desarrollan principalmente en la ciudad de Montevideo, alrededor de 1990 - 1996, además de la mención de ciertos hechos desarrollados en Buenos Aires (Argentina) y Río Grande (Brasil). 

La ambientación cotidiana, que rodea a cualquier uruguayo o a cualquier persona, hace que lo narrado se vuelva más cercano, impactante, reflexivo y hasta escalofriante. 
Junto a una narrativa amena y ambientación montevideana, Di Lorenzo nos brinda el testimonio propio y de otras personas que vivieron en primera persona un hecho traumático. Ello hace que lo narrado sea muy fluido y de impactante recepción por parte del lector.
A través de estos testimonios el lector se inserta en el interior de la Comunidad Jerusalén y ve, en primera persona, la historia y personalidad del Padre Antelo, su carisma, su forma de relacionarse con los demás y cómo una comunidad religiosa comienza a girar en torno a una personalidad en vez de girar en torno a las creencias religiosas, la solidaridad y la acción en post de la comunidad.

Visto a simple vista todo era color de rosas, ¿a quién no le gustaría conocer a una persona magnética, sentirse identificado con los demás miembros del grupo y tener un hogar? pero las rosas se marchitan y pierden su esencia, al igual que Antelo. Y éste termina siendo un sujeto que «... impuso en su Comunidad Jerusalén un clima dantesco de golpizas, prácticas sexuales abusivas, amenazas y terror».1


Todo lo vivido por Di Lorenzo y otros comenzó en una comunidad en donde todos sus integrantes encontraban un hogar, un lugar de contención y personas que se convertían en amigos entrañables; todos estaban unidos por la Fe y guiados por una persona entrañable, culta, carismática, inteligente, que tenía la capacidad de interpretar situaciones difíciles y traducirlas a un lenguaje llano y simple2, una persona con una capacidad increíble para crear lazos y convertirse en un referente para los demás, destinatario de alabanzas y admiración por parte de quienes lo rodean, este ser fue el Padre Antelo. Y, así como así, Antelo "se metía en el bolsillo a todos quienes lo rodeaban".

"Antelo no era, naturalmente, ningún dragón que escupía fuego. Poseía una gran capacidad de relación. Sabía escuchar y entrar rápidamente en la historia del otro. En el diálogo inicial era cordial, simpático y ocurrente."3 "Era un homobre que sabía manejar los resortes de la seducción con un magnetismo especial..."4 pero "Con Antelo, al principio nada era obligatorio. Los sucesivos consentimientos habilitantes que él lograba conquistar y que uno entregaba libremente iban generando el entramado para intervenciones mayores finalmente coercitivas y manipuladoras." llegando a crear el "clima dantesco", lleno de sumisión y control que se nos muestra en el libro.

La forma en que el autor nos presenta a Antelo es muy interesante, es una forma muy real, objetiva y descriptiva, y transmite claramente la pregunta ¿cómo un hombre es capaz de estas acciones? ¿cómo esta persona puede ser un sujeto de Fe, un religioso? ¿qué capacidades tiene para ser tan interesante y encantador para terminar envolviendo a las personas en una rueda de crueldad?
Esta es una narrativa que genera (todo junto) mucho asombro,  rabia, impotencia y preguntas. Es una lectura bastante difícil debido a que cada tanto se mencionan actos de violencia muy gráfica, golpes, intentos de ahogo, actos de manipulación, entre otras cosas.

Y durante toda la lectura tuve presente las preguntas que se plantean al principio del libro ¿Cómo las personas involucradas llegaron a esos extremos? ¿cómo permitieron que todo llegara tan lejos? ¿Cómo Antelo hizo para aprovecharse de esas personas?6 Realmente son preguntas que quedan flotando y que no encuentran una respuesta única.
El autor, a través de estas memorias, intenta transmitir un suceso específico, no tan conocido en el país, pero también mostrar la realidad de las cosas. Se ven muchas noticias, lamentablemente, de casos y denuncias contra religiosos (sacerdotes, monjas, etc.) de abuso sexual y violencia; a Uruguay llegó Spotlight, entre otros documentales, muchos la vimos y nos sentimos enfermos, apenados, con vergüenza y estupor pero, por ello no debemos mirar para un costado, no debemos asumir que el abuso ocurre sólo fuera de nuestras fronteras, fuera de nuestras ciudades y casas, debemos asumir el riesgo, estar atentos a nuestro entorno y no tener miedo a denunciar esos hechos.

Y, creo que lo más importante, deja un mensaje al lector para cuando existen cambios negativos en una persona a partir del relacionamiento con otra. Lamentablemente estamos viviendo una realidad llena de individualismo, con un ritmo muy rápido que no permiten a las personas crear una relación de contacto, con atención y cercanía. A veces se vive con una persona y realmente no se le presta atención y no se notan los cambios de comportamiento en la otra persona y sólo se cae en la cuenta de ello cuando ocurre algo o explota el asunto. 

Así que transcribo las lecciones aprendidas por el propio Di Lorenzo:
1. Vigilar la excesiva dedicación a alguna persona o actividad en un tiempo desproporcionado con respecto a otras rutinas de estudio, trabajo o utilización del tiempo libre practicadas hasta ese momento.   
2. Proteger el proyecto propio de vida y no cambiarlo rápidamente por otro que se presente a todas luces como superior y altamente inspirado.   
3. Mantener y cultivar los lazos y las referencias de amistad anteriores a la incorporación de un nuevo grupo.   
4. Controlar a quien quiere hacer una relectura y reformulación de mi historia.   
5. Estar alerta ante las actitudes o conductas sospechosas y contradictorias, justificadas por el motivo que fuere.7

              6. Verificar que no se pretenda alcanzar un bien mediante un acción objetivamente mala dentro de nuestro marco de referencia hasta ese momento.

Creo que estos puntos llevan a la idea de que todos tienen derecho a desarrollar su espiritualidad y a exteriorizarla, sin importar la religión, y por ello no se debe permitir que alguien más intente controlar ese ámbito en la vida de cada uno. La espiritualidad es algo individual que debe ser respetado y, para nada, debe permitirse la intromisión ajena.

Pero, debo agregar un comentario, al principio, cuando empecé a leer este libro a finales del año pasado; en la web no encontré ninguna información sobre el caso (excepto el único artículo proveniente de la Página Web de La Nación, Argentina)8. Esto último me llamó mucho la atención ya que no existía información al respecto y ahora sólo existen ciertos artículos que hacen referencia a este libro.9 No quiero pensar mal (espero no ser paranoica) pero... ¿acaso se intenta ocultar este hecho? ¿por qué? 


1. Sinopsis
 2. Página 21. "Manejaba perfectamente el lenguaje espiritual, usaba terminología teológica con acierto, conocía de psicología y poseía una gran habilidad para el manejo e interpretación de los símbolos. Todos estos elementos los integraba en una deslumbrante herramienta de interpretación de los hechos, las historias personales, las instituciones, la Iglesia y el mundo en general."
3 y 4. Página 19
5. Página 21
6. Página 19
7. Páginas 145 a 150
8. Artículo en Diario La Nación, Argentina: Procesaron al padre Adolfo Antelo por abusar de sus fieles

En colaboración con:
Muchas gracias por el ejemplar


3 comentarios:

  1. Hola
    No sabia de la existencia de este libro y menos de la autora. quiza le de una oportunidad pronto.
    Buena reseña ;)
    Un saludo y nos leemos
    Sanny~

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    Respuestas
    1. Hola.
      Es un libro muy interesante, tiene la virtud de mostrar una realidad a través del pasado.

      Muchas gracias por tu comentario, saludos y nos estamos leyendo :)

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  2. Le tengo ganas desde que lo conocí ya que no sé mucho de este caso aunque debería recordar algo ya que soy mas grande que tu. En fin , en cuanto pueda le daré la oportunidad. Besos.

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