#Reseña37 - El principito (Le petit prince) - Antoine de Saint-Exupéry

Nombre: El principito (Le petit prince)
Autor: Antoine de Saint-Exupéry
Año: 1943
Editorial: J. C. Sáez Editor
ISBN: 956-780-251-3
N° de páginas: 95
Género: Ficción. Cuento. Filosófico.

Sinopsis: El clásico en la literatura no solo infantil; narra la historia del Principito, el cual a través de un lenguaje aparentemente sencillo y de vivencias propias, deja enseñanzas de vida que ayudaran a la comprensión y valoración, tanto de las cosas sencillas como de las complejas. En esta ocasión, el libro cuenta con las ilustraciones del autor.

En esta ocasión quiero compartirles mi experiencia con esta novela, las sensaciones e impresiones que me causó, ya que me parece que no vale la pena hacer una especie de resumen de la misma. Esta es una obra maestra que debe ser leída para poder ser conocida y descubierta por el lector, y no sería serio de mi parte resumir una obra como esta.

Así que empecemos…

Lo primero que le llama a uno la atención, al comenzar a leer, es la dedicatoria, creo que es de las dedicatorias más hermosas que puede haber en un libro, es conmovedora, sincera y muy dulce.

El Principito es el personaje más hermoso que podamos encontrar en una novela, es un ser puro, inocente, ignorante de los vicios y de las cosas malas que puedan ocurrir en la vida. A través de su visión limpia de las cosas vamos siendo partícipes de su viaje a través de los planetas, a través de los cuales va encontrando nuevos personajes, nuevas vidas, cosas totalmente extrañas a los ojos del Principito pero no tanto para nuestros ojos de lectores. Sí porque para el Principito la monotonía, la avaricia, la vanidad, la bebida, el egocentrismo y autoritarismo, la ignorancia y la incapacidad de disfrutar de aquello que se encuentra a nuestro alrededor, todo ello es impensable para nuestro joven protagonista, pero nosotros, como habitantes de la Tierra, conocemos todos esas características, las reconocemos en los demás y puede que en nosotros mismos también. Por eso me surgió la idea de que a través de los habitantes de los planetas vamos conociendo diferentes realidades, pero ¿nosotros seremos el habitante de alguno de esos planetas? ¿Estaremos ciegos de avaricia y trabajo, seremos víctimas de la monotonía o nos esconderemos en ella, nos vemos sólo a nosotros mismos o vemos a los demás también?

 

Además de todo lo anterior, a través de esta hermosa novela redescubrimos el valor del amor, la amistad, los lazos y los ritos.

Creo que la escena que trata de estos temas es la escena más hermosa que puede tener esta novela, y ella es la que protagoniza el Principito junto al zorro. A través de él aprendemos que lo que importa es la relación especial que creemos con las cosas o las personas que nos rodeen, y que tal vez esa persona que quieres mucho puede ser igual a las mil millones de personas que habitan este planeta, pero que esa persona es especial y única para ti porque han creado un lazo, una relación especial, tan, pero tan única que sólo vas a querer, adorar y extrañar a esa cosa o ser especial con quien tu has creado el lazo. Y que las cosas realmente importantes son invisibles a los ojos y sólo pueden ser percibidas por el corazón, porque "lo importante nunca se ve...".

Con respecto al final, es un final muy enigmático, un final que es objeto de las miles de interpretaciones de quiénes lean esta historia, pero de cualquier forma es un final con mucho contenido y mucha carga existencial y filosófica.

Primero que nada me gustó mucho haber leído en algunos lados sobre que, en algún momento, Antoine de Saint-Exupéry, a través de este final, quería reflejar la libertad e independencia incondicional que todos debemos disfrutar, y que era un pilar fundamental para el autor (me hubiera encantado poder hablar con Antoine de Saint-Exupéry y preguntarle sobre la novela y esos p equeños misterios que quedan sin resolver).  Pero creo que también, a través de este final, se ve reflejada la aceptación a la pérdida y el valor que debemos darle a los buenos recuerdos. El aviador debe aceptar la pérdida física del Principito, pero debe aprender a verlo y recordarlo a través de las pequeñas cosas que lo van a rodear en su vida, como al ver las estrellas y escuchar risas, o al relacionarse con las demás personas. El Principito le transmite que él va a estar presente en todo lo que va a rodear al aviador, siempre que éste sea capaz de evocar su recuerdo y sepa utilizarlo el resto de su vida. (P.D. Para mi el Principito no se muere).

Debo admitir que esta pequeña novela la había leído hace muchos años, algo así como doce años??? pero en áquel momento no la entendí, así que no me había gustado.

Hoy día le he dado otra oportunidad y he terminado enamorada de esta obra maestra, tan pequeña pero tan grande en maestría, sencillez, arte y enseñanzas.

Es una novela de apenas 95 páginas, pero es una novela tan profunda, con tantas enseñanzas, con tantas imágenes que funcionan como crítica de nuestro mundo actual, que se vuelve una novela de cabecera, una novela que invita a releer una y otra vez.

Y yo me sorprendí porque supuestamente es una historia que recomiendan leer a niños, o sea infantil, pero NO! lo que menos me pareció esta novela es infantil. ¿Por qué? Esta novela es filosófica, de tal manera que a través de  pequeñas imágenes el autor nos refleja la realidad común que han vivido las personas, en el mundo, desde siempre, y por esta razón es una novela que carece de tiempo, porque sus temas son universales, y por la misma razón no hay edad para leerla. A través de esas imágenes nos hace cuestionarnos, nos hace querer ser más Principitos y menos personas mayores.

Espero que se animen a leer esta novela o a releerla, pero que siempre busquen ser más Principito para ser felices.